Además me voy a chivar a mis padres, siempre el mismo soplón, pues esta vez vas a probar tu misma medicina. El día era hermoso, y le apetecía, aun sin tener él todos los medios, realizar una escapada. No ignorando que lo que principalmente pretendía, era disfrutar la excursión con Anita, me invitó a mí, no porque formara parte de una coartada, simplemente le era imprescindible. Regresando, después de un día pletórico, especialmente para él, se produjo el leve incidente. Despidiéndome, le digo, “debieras proponerte sacar el carnet de conducir, ¡¡ah!! y lo del rozón del coche, se lo dices tú a tus padres, o lo hago yo”.________________________________
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