miércoles, 21 de julio de 2010

Microcuento: ALIVIO

La de los días de lluvia, su sensación era relajante. Le gustaba escuchar discurrir el agua, el olor a humedad, y experimentar cierta intimidad bajo el cobijo del paraguas. Así caminaba, meditando y dubitativa respecto la cita que tenía concertada. Al volver una esquina el paraguas se le dio la vuelta, un autobús la salpicó, y al retroceder la obligó a pisar un charco rompiéndosele un tacón. No se contrarió, se quitó los zapatos y adentrándose en un parque cercano reflexionó, “la lluvia no puede enviarme un mensaje equivocado”. Desistió de la cita, de cuyo éxito ahora desconfiaba, y como la lluvia, el alivio la empapó.

1 comentario:

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Estupendo micro.

Son señales... las señales que todos llegamos a percibir en algún momento.
¿O la mágica cadencia de la lluvia?

Un abrazo,

S.